CAUSAS DE LOS TRASTORNOS NEUROLÓGICOS

Los genes determinan las características de una persona. Una mutación o variante es un cambio en un gen. Las variantes pueden cambiar las características de una persona, aunque algunas son benignas y no causan enfermedades. Otras causan anomalías que pueden ser perjudiciales (por ejemplo, la fibrosis quística). Un padre puede transmitir una mutación a sus hijos. Esto puede afectar las características del niño.

Los cambios en los cromosomas pueden afectar significativamente las características. Las cromosomas contienen una gran cantidad de genes. Pueden ser anomalías en número o estructura.

• Cambio en el número de cromosomas
  El término monosomía se refiere a la pérdida de un cromosoma de un par (por ejemplo, el síndrome de Turner). En la trisomía, un par gana un cromosoma de más (por ejemplo, el síndrome de Down).
• Cambio en la estructura cromosómica
  Las microdeleciones provocan la pérdida de genes de un cromosoma. Las microduplicaciones se producen cuando un cromosoma gana genes. Algunos ejemplos de estas anomalías genéticas son:
  • Síndrome de Cri-du-chat
  • Síndrome de Prader-Willi
  • Síndrome de Angelman

El metabolismo se refiere a los procesos químicos que ocurren en el cuerpo. Los trastornos metabólicos pueden causar daños duraderos. Ellos deben identificarse lo antes posible. Los análisis de sangre u orina pueden ayudar a diagnosticarlos. Algunos ejemplos de trastornos metabólicos son:

• Fenilcetonuria (PKU, por sus siglas en inglés)
• Homocistinuria

La fenilalanina es un componente de las proteínas. Está presente en muchos alimentos. La fenilcetonuria es un trastorno hereditario. Se produce cuando los niveles de fenilalanina en la sangre son demasiado altos. Esto daña las células cerebrales. También afecta la capacidad intelectual.

Muchos trastornos metabólicos se detectan en el nacimiento. A los recién nacidos se les hace un análisis de sangre. En Estados Unidos, cada estado decide cuáles exámenes médicos se realizan para detectar enfermedades (cernimiento). No todos los países cuentan con estos programas de cernimiento.

Se cree que las anomalías congénitas son el resultado de complejas interacciones entre:

• Los genes
• El medio ambiente
• Los comportamientos

Un ejemplo es la esclerosis tuberosa. Esta es una afección en la que los niños tienen crecimientos en regiones como:

• El cerebro
• El corazón
• Los ojos
• La piel
• Los riñones
• Los pulmones

También pueden identificarse como:

• Epilepsia
• Dificultades y deficiencias en el aprendizaje
• Autismo

Las neurotoxinas pueden dañar el sistema de crecimiento del niño. Entran a través de la placenta durante el desarrollo del feto. Como resultado, un niño puede desarrollar problemas intelectuales y de comportamiento. Las neurotoxinas incluyen:

• El alcohol (vinculado al síndrome de alcoholismo fetal)
• El plomo (vinculado a aflicciones en inteligencia, aprendizaje y memoria)
• El mercurio (vinculado a trastornos del aprendizaje y el desarrollo)
• El tabaco (vinculado a comportamientos desafiantes y trastornos del desarrollo)
• Los aditivos en los alimentos (vinculados a mayores tasas de TDAH en los niños)

El crecimiento requiere de nutrientes. Una deficiencia de nutrientes durante los tres últimos meses del embarazo puede disminuir el número de células cerebrales. Una carencia de ácido fólico (una vitamina B) puede provocar un defecto del tubo neural (DTN). Un ejemplo de defecto del tubo neural es la espina bífida (espina abierta).

Una madre puede transmitir una infección de TORCH a su bebé durante el embarazo. Entre ellas se encuentran las infecciones de transmisión sexual. Como reflejan las letras del nombre en inglés, las infecciones TORCH incluyen

• Toxoplasmosis
• Otras infecciones (hepatitis B, sífilis, virus de la varicela-zóster, VIH y parvovirus B19)
• Rubéola
• Citomegalovirus
• Virus del herpes simple

Estas infecciones pueden provocar anomalías en el desarrollo del feto.

La asfixia perinatal resulta de la falta de oxígeno (hipoxia). Con la isquemia hipóxica, el flujo sanguíneo insuficiente reduce el oxígeno en la sangre.

Un bebé en desarrollo en el útero puede no tener suficiente oxígeno. Cuando esto ocurre, puede sufrir encefalopatía isquémica hipóxica (EIH). La EIH provoca daños neurológicos causados por la falta de oxígeno. Los efectos de la EIH grave pueden ser

• Parálisis cerebral
• Deterioro intelectual
• Epilepsia

El cráneo protector no está completamente formado al nacer. Esto hace que el cerebro sea vulnerable a las lesiones. El suministro de sangre y oxígeno del cordón umbilical también puede verse afectado al nacer. El cerebro depende de este suministro de oxígeno. Por tanto, la privación de oxígeno puede causar daños cerebrales.

El bajo peso al nacer puede indicar problemas de crecimiento en el útero. Se ha asociado a una mayor probabilidad de desarrollar:

• Deterioro cognitivo
• Dificultades en el habla y el lenguaje
• Problemas de atención
• Dificultades sociales
• Hiperactividad
• Dificultades en el aprendizaje

Algunos pueden surgir por complicaciones al momento del nacimiento.

Varios factores pueden interactuar de forma compleja para causar algunos trastornos neurológicos. Los factores incluyen:

• Herencia
• Expresión Genética
• Medio ambiente
• Enfermedad infecciosa
• Nutrición deficiente
• Estrés
• • Drogas y otros químicos

Los trastornos inmunitarios, como la encefalitis autoinmune, pueden causar:

• Problemas emocionales
• Movimientos corporales anormales
• Convulsiones

Los niños con estos problemas pueden desarrollar los síntomas a través de varios meses. El diagnóstico es un proceso retantel. A menudo implica el análisis de la sangre y el líquido cefalorraquídeo.

• La encefalitis es una inflamación del cerebro. Muchos tipos de infección pueden causarla. Suele ser viral. Los niños pueden desarrollar consecuencias neurológicas a largo plazo tras la encefalitis. Estas incluyen:
  • Problemas de memoria
  • Cambios en el comportamiento
  • Deterioro del habla
  • Epilepsia
• Las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal se llaman meninges. La meningitis se produce cuando éstas se inflaman por una infección bacteriana o viral. La inflamación y la hinchazón pueden dañar el cerebro y los nervios. Las complicaciones son más probables en el caso de la meningitis bacteriana que en el de la meningitis viral. Los síntomas duraderos pueden incluir:
  • Problemas auditivos
  • Dificultades de la memoria
  • Problemas de coordinación y equilibrio
  • Dificultades en el aprendizaje
  • Epilepsia
  • Parálisis cerebral
  • Deterioro del habla
  • Pérdida de la visión

Una lesión cerebral traumática (LCT) se produce cuando un traumatismo craneal daña el cerebro. Hay tres tipos principales de LCT:

• Traumatismos craneoencefálicos cerrados. No hay daños visibles. Son frecuentes en los accidentes de tráfico.
• Heridas abiertas. Un objeto expone y daña el cerebro.
• Lesiones por aplastamiento. La cabeza se aplasta y se producen daños cerebrales.

Las pruebas sugieren que el cerebro de los niños es susceptible de sufrir daños duraderos por LCT. Esto se debe a una alteración del sistema nervioso durante el desarrollo.

Los accidentes de tráfico, las caídas o los accidentes deportivos son algunas de las causas de las lesiones medulares. El grado de daño depende de:

• Dónde se produzca el daño
• ¿Qué parte del cuerpo controla la zona de la médula espinal lesionada?

Las lesiones medulares pueden provocar la pérdida de la función muscular, la pérdida de sensibilidad y la pérdida de control de los intestinos y la vejiga.

La exposición a sustancias químicas ambientales o a toxinas durante la niñez puede provocar daños neurológicos.

La neoplasia es una masa anormal de tejido o tumor. Tumores que se desarrollan en el cerebro o la médula espinal. Pueden ser:

• Benignos (no cancerosos)
• Malignos (cancerosos)

Los tumores malignos son los más peligrosos. Por eso, un diagnóstico temprano es la clave. Los tumores benignos pueden tener consecuencias neurológicas. Pueden incrementar la presión en otras partes del cerebro. Esto daña a los tejidos sanos. Los síntomas incluyen:

• Dolores de cabeza
• Vómitos
• Convulsiones
• Debilidad en las extremidades
• Dificultad para caminar
• Dificultad para hablar y tragar
• Sensaciones extrañas
• Dificultades en el aprendizaje
• Comportamientos anormales
• Dificultades de visión y audición